Generales 19/08/2023

OPINIÓN: Ernesto el mosquetero

Uuuuyyyy, uuuyyyyy, uyyyy ¡Que garroteada les pegó el ‘peluca’!

OPINIÓN: Ernesto el mosquetero

¡Hola! ¿Cómo andan? ¿Ya se despertaron? Por lo que me enteré hubo algunos a los que les contaron hasta 20 y no se pudieron levantar de la lona. Ya lo dijo José Hernández en el Martín Fierro “….y naides se muestre altivo, aunque el estribo esté, pues suele quedarse de a pie, el gaucho más alvertido…” Sin estructura, sin fiscales, con robo de boletas (acá también) Milei los ‘empernó’ a todos.

¿Y si prueban con huevos de tortuga?

Hoy una vieja historia que cuenta que un reino lejano fallece el rey y lo sucede su hijo (jovencito el pibe) al que el padre lo tenía medio relegado porque tenía ciertas ideas raras (se había cargado con una sobredosis de kerosén) y temía que hiciera ‘bolsa’ todo lo que él había construido (al final se van a dar cuenta que el anciano rey no estaba equivocado). Sigo.

La cuestión es que cuando ‘agarró la manija’ entró a despilfarrar, primero quiso congraciarse con sus súbditos y les empezó a regalar espejitos de colores (para que no le rompieran los kinotos) pero claro, la cosa no era gratis: Algo siempre le tenían que dar a cambio (algunos tenían bellas esposas…), así que les regalaba 10 y les cobraba por 50. ¿No sé si entiende? Además tenía ínfulas de arquitecto egipcio y se largó a construir boludeces (algunas se desmoronaban antes de inaugurarlas). El tema fue que, aunque el reino era rico ‘la caja’ se fue vaciando, pero el pequeño rey no se dio por aludido y siguió con antojos medio raros. Como era ‘el rey’ pensó que su origen era divino y que podía hacer cualquier cosa. No tuvo mejor idea que incorporar a su dieta ‘únicamente’ sesos de canario. Imagínense. Los criadores de canarios tuvieron un auge inusitado, se instalaron cientos de criaderos, se pusieron fábricas de alimentos para canarios, los criadores de los reinos vecinos empezaron a ofrecer canarios ‘doble seso’, fábricas de jaulas confortables… y las ‘reservas’ del reino se empezaron a agotar. El rey empezó ponerle más impuestos a sus súbditos pero ellos adoraban a su rey, agachaban la cabeza y ‘garpaban’ mientras coreaban ‘VIVA EL REY’ pero el rey seguía comiendo ‘sesos de canario’.

Cuando ya los impuestos no alcanzaban, empezó a pedir plata prestada. Al principio le daban mucho crédito (era un reino donde la industria del canario florecía), después se empezó a atrasar con los pagos, primero a los criadores, a su vez estos dejaron de pagarle a sus trabajadores y a los proveedores de alimentos… Finalmente cayó en el FMI. El FMI le prestó mucha plata pero le dijo que debía moderarse en sus gastos, pero él seguía comiendo sesos de canario.

Finalmente ya no le podía pagar a nadie, ni devolver la plata prestada, ni pagarle a sus criados… ya nadie le prestaba, ya nadie le fiaba. Solo le quedaba un abnegado sirviente que había servido a su padre… Ya no tenía qué comer…

El sirviente fue hasta la playa, recogió unos huevos de tortuga y con ellos le preparó la cena…

?        ¿Qué es la comida que me preparaste? (le preguntó el rey al sirviente)

?        Recogí unos huevos de tortuga, mi señor, y con ellos le preparé la cena (contestó) 

?        Estuvo deliciosa. De haber sabido, hubiera comido siempre huevos de tortuga (reflexionó el fundido rey).

Moraleja: El poder vuelve estúpidas a las personas, a tal punto de que finalmente terminan perdiendo, primero su fortuna y después su reino.

Así les ocurrió a los políticos argentinos que pensaron que nunca se les iba a terminar el poder. El pueblo se cansó del maltrato, del oprobio, del abuso y un día se rebeló sacándolos a patadas en el culo. Cualquier semejanza con nuestra realidad es simple coincidencia.

Hubiera sido más sensato no cometer tantas estupideces y la gente no hubiera reaccionado así ante la triste situación en la que ‘nuestros reyes’ han dejado el país. Pero cuidado: los que vivaron al rey fueron sus súbditos.

 

Elecciones locales

 

Cuando fui a votar (fui con el flaco Schmidt) cuando el salía le dijo a las autoridades de mesa “faltan boletas”. Hicieron un poco de teatro, se volvieron a sentar pero no repusieron y siguieron con el acto. La afirmación del ‘flaco’ me hizo abrir los ojos y me puse a repasar todas las boletas. Las que faltaban eran las de Milei. Elegí mi boleta, la puse en el sobre y la introduje en la urna. “Faltan boletas” repetí. Me dijeron que no tenían. ¿Qué quiero decir con esto? Que no es descabellado que también en Suárez hubiera tenido más votos porque fueron varios los que me contaron que les pasó lo mismo. La trampa no se lleva bien con el sentido de la democracia.

Las internas de JUNTOS ¿por el cambio? Demostraron que hubiera sido más sencillo ponerse de acuerdo y hacer una sola lista siendo más receptivos y permitiendo intercalar los candidatos de ambas líneas. Al final, a quienes perdieron, les correspondieron el 2°, el 5° y el 6° en la lista. Según me contaron se hubieran podido ahorrar el disgusto de tener que enfrentarse ya que, de haber acordado antes, no hubiera habido necesidad de internas.

Muchas veces las ambiciones nublan la razón y se cometen estos errores y, como también dice el Martín Fierro “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera, tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean los devoran los de ajuera…”   Eso les puede pasar.

Ahora nos encontramos con los representantes de Milei (a los que no se le conocen los méritos) al intendente que solo entenderá que su estrella se apagó si no consigue triunfar en las elecciones y a los de Juntos por el Cambio que estaría bueno que expusieran alguna idea (de esas que le cambian la vida a la gente) que no se limite a cambiar el sentido de alguna calle o a discutir lo que hace el ejecutivo.

Aguardo respuestas. Gracias.

Por hoy los dejo, si Dios quiere nos volvemos a encontrar la semana próxima. Nos vemos.  Chauuuuu.

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