Ganancias: las claves de cómo quedará el impuesto desde octubre y del proyecto que se enviará al Congreso
Los empleados con un salario bruto de hasta $1,77 millones no tributarán, según lo anunciado por Massa en campaña electoral; cómo se instrumentará el cambio, que deberá ser ratificado por ley y cuál será el costo fiscal de la medida.

A partir de las remuneraciones de octubre no tendrán descuentos por el impuesto a las ganancias los empleados con un sueldo bruto de hasta el monto equivalente a 15 veces el salario mínimo, vital y móvil. Hoy esa cifra es de $1.770.000 y se corresponde con un salario neto de aportes a la seguridad social de $1.607.255,58. Hasta ahora, el piso para comenzar a tributar es de $700.875 (salario bruto) o de $581.726 (salario neto), por lo que la medida implica un fuerte incremento de esa base.
Si el reajuste del piso para tributar se hace igual que en oportunidades anteriores en las que solo se hizo ese cambio al esquema de Ganancias, lo que se dispondrá no modificará los montos ya descontados este año por el impuesto (de todas maneras, aún está pendiente una devolución de parte del tributo, dada la modificación de los valores de la tabla de la alícuotas establecida por un decreto de necesidad y urgencia del mes pasado).
La decisión de subir la base imponible para los últimos meses de este año dejará al margen del impuesto a un grupo de asalariados. La medida repercutirá en una mejora de hasta aproximadamente el 27% del sueldo de bolsillo de muchas de las personas que están entre las que tienen ingresos más elevados del país. Según datos oficiales, la remuneración promedio de los empleados formales fue, en julio, inferior a $325.000.
“Si tienen que ahorrar, compren un autito, algún bien producido en la Argentina. No me vayan a comprar dólares”, dijo Massa al hacer el anuncio, en una frase que pareció un reconocimiento del temor a que el ahorro en la divisa estadounidense ese sea en buena medida el destino que se recibirá por la decisión tomada, algo que, dado el nivel de ingresos de los beneficiados, es algo muy probable.
Según lo anunciado se enviará al Poder Legislativo, además, un proyecto para que a partir de 2024 se vean alcanzados por el tributo quienes tengan salarios de un monto mayor al mínimo, vital y móvil multiplicado por 15; esa iniciativa tendría un efecto fiscal, por menor recaudación, de $1 billón anuales, según lo comunicado por el propio Gobierno. es un monto que, según las estimaciones de Economía, representaría aproximadamente un 0,3% del PBI. Dada la alta inflación, la incertidumbre en el plano político y las variaciones que podrían tener las proyecciones sobre el nivel de actividad, el cálculo de ese efecto estará sujeto a revisiones.
El anuncio fue hecho después de más de un año de gestión de Massa al frente de Economía, en plena campaña electoral y cuando el funcionario es también candidato a presidente por el oficialismo. En los últimos años el impuesto que pesa sobre el ingreso de las personas sufrió fuertes distorsiones por los efectos de diferentes medidas oficiales y, principalmente, a causa de la inflación, cuyo ritmo se aceleró este año, con especial fuerza a partir de la devaluación del peso decidida por el Gobierno el día después de las PASO.
El proyecto de ley que busca eliminar el impuesto a las ganancias sobre las personas, para reemplazarlos por uno “a los altos ingresos”, que alcanzaría a unas 90.000 personas, “CEO, gerentes y subgerentes y jubilados de privilegio”, fue anunciado por Massa en Plaza de Mayo, frente una manifestación de apoyo a su candidatura organizada por sindicatos. La iniciativa, de la que comenzó a hablarse hace solamente menos de una semana, recibió no pocos cuestionamientos por parte de economistas y tributaristas, que sostienen que el impuesto las ganancias debería ser progresivo y tener una actualización adecuada y completa, pero no ser prácticamente quitado del esquema tributario, dentro del cual se considera a esta carga como una de las más progresivas (bien cobrado), en contraposición a impuestos como el IVA, que pesa sobre los consumos masivos, incluso de primera necesidad y que, por tanto, impacta con fuerza en la población más pobre.
El aumento de los precios y la falta de adecuación -ya de larga data- del esquema del tributo, provocó que aumentara significativamente el porcentaje efectivo del descuento al salario por la carga fiscal, incluso con ingresos que van perdiendo poder adquisitivo. Este efecto distorsivo no se corregirá, según lo anunciado, para quienes sigan este año alcanzados por la carga fiscal, porque no habrá más modificaciones que la suba del piso imponible, al menos según lo que se conoce hasta ahora de la medida, aún no oficializada.
Los datos que se dieron desde la cartera de Economía indican que luego de la última modificación hecha al piso del impuesto, 701.928 trabajadores y jubilados pagan Ganancias (no hay una publicación oficial que permita seguir la variación de esa cifra). Con el cambio, según el Ministerio, pagarán el impuesto aproximadamente unas 90.000 personas, “0,88% de los empleados registrados en el país”. En el anuncio no se explicitó nada con respecto a los autónomos del régimen impositivo general, que pagan proporcionalmente un impuesto mayor que los asalariados.
Las mejoras en el bolsillo
Quienes dejarán de pagar este año el impuesto tendrán mejoras en su ingreso mensual neto que, según un informe del Ministerio, serán de hasta el 27%, aproximadamente. Esos efectos son los máximos que podría generar la medida, porque los ejemplos dados oficialmente suponen el caso de personas que no hacen ninguna deducción, ni por familiares a cargo ni por gastos que pueden declararse para aliviar la carga. Si, por ejemplo se deducen dos hijos menores de 18 años, el monto del impuesto tiene un alivio.
Las cifras deducibles por diferentes conceptos, como pago de salarios del servicio doméstico, alquileres o gastos médicos, o por hijos a cargo, no tendrán modificaciones. No las tienen, en rigor, desde enero último, cuando todo el esquema se actualizó según ocurre en cada mes de enero desde 2018, porque eso establece una ley. El congelamiento de esos montos en un contexto inflacionario provocó que hoy no se mida correctamente la capacidad contributiva de las personas. Tampoco hubo actualización, desde el inicio del año, de la cifra que se descuenta del ingreso, en todos los casos por igual, antes de calcular el impuesto. Por todo este año, ese monto no imponible es de $2.619.762. Es decir, para quienes siguen alcanzados por el impuesto, de los ingresos de cada mes se considera que $218.313,5 están al margen del impuesto.
(LN)